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Güebona bitácora más que peich...

El Gran Hermano y la madre que lo parió

Bueno, después de dos semanas en las que mis ganas de escribir eran más bien escasas (que difícil es escribir con el dedo pulgar chungo), por fin me he decidido a escribir algo. El problema, como siempre, es encontrar un tema que sea interesante a los que se hayan al otro lado de la pantalla aparte de a mí mismo, aunque bueno, se supone que las bitácoras van sobre los pensamientos y experiencias personales, y no todas las vidas son interesantes... ¿y el Gran Hermano no va de eso, de vidas aburridas? Mmm, creo que ya tengo tema... esto lo voy a llamar El Gran Hermano y la madre que lo parió.

¿Por dónde empezar? ¿Quizás por el principio? Bien, erase que se era una televisión banal y zafia llamada Teta 5, donde nos martirizaban con Crónicas Marranas entre otras lindezas, cuando de repente un día empezó a aparecer los anuncios de una especie de ojo y un enigmático Gran Hermano. ¿Qué era aquello?... Más tarde salió la Merche Milá, presentadora de programas míticos como Queremos Saber y su más mítico enfrentamiento con Paco Si-no-se-habla-de-mi-libro Umbral, diciendo que era un experimento social. Y nos lo creímos...

El experimento social o como meter ganado humano en una casa:

La cosa esa experimental consiste en meter a carne de psiquiátrico con gente que en la primera edición yo tildaba de mas o menos "normales"(con el tiempo he visto que de normales nada de nada) en una casa de la que no pueden salir, sin libros, sin radio, sin ordenador, sin videoconsola y sin tele. Tampoco (en teoría) pueden tener noticias del exterior y todo esto es retransmitido las 24 horas del día.

No voy a entrar en más detalles del concurso, sobre su mecánica y demás, que ya ha estas alturas supongo sabido por todos, incluso por esos que dicen que no lo han visto nunca. Si, esos que dicen que no ven nunca ese tipo de programas y que sólo ven espacios culturales de la 2. Y yo me pregunto, ¿si tanta gente ve los documentales de la 2, porque nunca salen entre los programas más vistos y sin embargo los grandes hermanos y sucedáneos (a los que me referiré más tarde) sí? Bueno, no nos desviemos del tema, todo esto es para decir que yo vi el primero y gran parte del segundo, pero los otros solo los vi a intervalos (clásico ?si no hay nada mejor...?). Y puedo decir que he sacado un patrón de concursantes, que se repite en este y en todos los sucedáneos de GH.

El grandilocuente: También llamado pedante, siempre hay uno o dos en todos los programas. Se caracteriza por sus intentos de hablar bien y que los demás hablen bien, meterse con la falta de cultura de los demás de la casa y, en algunos casos, sus momentos filosóficos. Cuando hay dos se suelen llevar a matar, como la vida real.

El chungo: El de la calle, el que ha vivido más que ninguno y que es capaz de, parafraseando al más grande de todos ellos, meter dos yoyas placa placa a quien se meta con él o con su familia, que es lo más sagrado de el mundo. Generalmente duran poco, enseguida se les suele hechar o se van cuando no aguantan más la estupidez de sus compañeros.

El novio de la muerte: Este ser, masculino o femenino, y que no necesariamente tiene que haber sido soldado, se caracteriza por su amor a la patria, su afán de protagonismo y por su serio desequilibrio mental. Suele ser violento y malhablado, aunque tiende a darse muchos aires de grandeza.

El modelno: O alternativo. Es el/la clásic@ gafapasta (que no suele llevar, ya se sabe que en estos programas pocos llevan gafas todo el rato), a veces se puede confundir con el pedante, con el que suele hacer buenas migas. Es alternativo, guay, le va el buen rollito y tocar la guitarra, y tiene serios problemas mentales; sus transformaciones son como las del doctor Jeckyll y Mr Hide.

La puta: Poco hay que comentar acerca del nombre; a veces a sido puta de verdad y otras la puta es un tío (no sería correcto llamarlos gigolos). En algunos casos se quieren tirar a todo lo que se mueve y han entrado en el programa para mojar, en otros han entrado para cambiar de profesión o elevar el caché, tampoco lo tengo muy claro.

El inestable: Aunque podrían ser todos, el inestable es aquel que pasa de la risa al llanto y otra vez a la risa en menos de 5 minutos. Suelen ser histéricos y coléricos, aunque a veces simplemente se deprimen y se van con los seres inteligentes de la casa, como las vacas o las gallinas.

El simple: Aparentemente tonto, muchas veces es gente de pueblo que aprovecha esa condición de supuesto paleto. Excepto un par de excepciones, suelen ser los más normalitos de los concursos, aunque eso no quiere decir que sean normales. Es una buena estrategia, incluso ha habido alguno que ha ganado y todo.

El graciosete: Este ser insufrible está todo el tiempo haciendo y diciendo paridas, con el único fin de caer bien a la gente. Lo malo es que luego cuando sale también sigue con las mismas payasadas. No suelen ser problemáticos, aunque no por ello menos odiosos.

El mamá quiero ser artista: Actor, actriz, modelo o cantante (o al menos eso dicen sus credenciales), este ser entra para hacerse famoso. Suele remarcar mucho su condición de artista y cuando puede da muestras de ello. Intenta llevarse bien con todo el mundo, aunque no suele conseguirlo (se les ve el ?plumero?). A partir de la segunda edición todos tienen algo de esta personalidad, aunque los que han conseguido trabajar al acabar el programa de actores o actrices se pueden contar con los dedos de la mano. Eso si, en Crónicas y programas de petardeo si han conseguido trabajo muchos, pero bueno, la mierda vende mucho.

Y algunos más, aunque a grandes rasgos el resto de personalidades salen de la combinación de las que he expuesto arriba. Me he dejado el homosexual como concursante porque las categorías son personalidades, independientemente de la condición sexual de cada uno, aunque eso no parece que sea lo que piensa la organización del programa.

Un Gran Hermano típico en 13 líneas:

Gala de presentación, que bonitos son todos y todas, que guay nos lo vamos a pasar, que chachipiruli. Encienden unos cigarrillos. Nominaciones, que si lo siento mucho pero tengo que nominar a este, empiezan los malos rollos. Fuman mucho. Hacen un par de pruebas ridículas y vergonzantes. Siguen fumando. Sale un concursante, normalmente el primero que sale es el que gana más dinero por ser de los más polémicos. Fuman más. Sigue el proceso. Fuman hasta quedarse sin tabaco. Se rebelan por la falta de tabaco. Le dan tabaco. Se lo fuman y se vuelven a rebelar. Más pruebas, nominaciones, gritos, malos rollos y expulsiones. Se va alguno y fuman. Llega la final. Fuman porque están nerviosos. Gana el más tonto. Se acaba Gran Hermano hasta la próxima edición.

Los sucedáneos nunca son buenos:

Todo programa con audiencia genera una serie de sucedáneos que no siempre tienen la acogida del original, aunque en algunos casos superen al original. Eso pasó por ejemplo con el programa Supervivientes, para mi mucho más interesante que el GH, pero que apenas sobrevivió a dos ediciones antes de convertirlo en un programa de famosetes casposos. Otro programa que pasó sin pena ni gloria fue el Bus, donde les metían en un autobús y les llevaban por las carreteras de España. El más reciente de ese tipo, La Casa de tu Vida, parece que si que tuvo buenos resultados de audiencia, así que es posible que se haga una segunda edición. Aunque parece que la telerrealidad tiende, cada vez más, a usar a famosos de segunda o tercera para tener más audiencia. Personalmente creo que eso es un error, que posiblemente (y a los datos de audiencia me remito) una buena selección de concursantes de más audiencia que ver a Tamara (mmm... llamadme... Ambar) o Coyote Dax cuidando cerdos. Pero bueno, yo no soy programador (de televisión, claro).

2 comentarios

sewahe (el de los 24 cm) -

...tio. En un sólo artículo te has cargado toda la estructura de un programa multimillonario!!!

Yo que tu, tendría más cuidado, a ver si te vas a convertir en "molesto" para ciertos tiburones financieros.
Gran Hermano me repele.
Y más, éste año que no hay ninguna superbusty.

he dicho.
(grax)

yoz -

Si no tienen éxito es porque no copian mi método patentado para vender, utilizado por los backstreet boys, Vampiro la Mariscada, etc.

Además de elegir a psicópatas adictos a la nicotina, es necesario que cada uno de ellos tenga la personalidad de uno de los clanes de Vampiro, o de los componentes del típico grupo triunfador, como las espais girls.

Así todo el mundo tiene un psicópata con el que puede identificarse. Y además sólo hacen falta cinco: el estudiante, el deportista, el pijo, el chungo y el tierno.

Saludetes