Blogia
Güebona bitácora más que peich...

Un Día Cualquiera -- Capítulo 16

Me disponía a salir cuando un ruido erizó mi cabello. Había alguien. Era un ruido casi imperceptible y lejano, pero me dispuse a investigarlo. Quité el seguro a la escopeta y me deslicé sigilosamente fuera de la armería, con el arma apuntada hacia el pasillo. Poco a poco, fui rastreando el ruido hasta llegar a una habitación con puerta reforzada que ponía calabozo. Me asomé por la ventana reforzada, pero no vi nada. Estaba totalmente oscuro, así que puse el seguro en la escopeta y saque la pistola, ya que necesitaba una mano libre para empuñar la linterna que saqué de la mochila.

Abrí la puerta con precaución, sorprendiéndome el hecho de que estuviese abierta sin llave, y apunté con la linterna dentro de la oscuridad que se cernía sobre mí mientras me adentraba en los calabozos. De repente el halo de luz apunto a un ser absolutamente repulsivo que en otro tiempo fue un vivo. Ahora, ante mi tenía un muerto viviente con la cara rasgada y supurante de una bilis de color pálido, que se arrastraba por la celda con sujeto por la fuerza de sus brazos, ya que sus piernas estaban totalmente destrozadas, con trozos de carne arrancados... en ese momento me di cuenta de que no estábamos solos. Me giré lanzándome a un lado con velocidad, y la linterna iluminó a otro muerto vestido de policía que había estado a punto de sorprenderme. Disparé y el retroceso elevo mi mano más de lo que esperaba, evitando que hiciese un segundo tiro cuando el muerto se abalanzó encima de mí...

0 comentarios