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Güebona bitácora más que peich...

Invierno en el jardín de La Parca - Capítulo 1

Durante el tiempo que había transcurrido entre mi huída de la ciudad y el actual sólo me había encontrado con tres muertos vivientes, y los tres estaban encerrados dentro de una habitación, con lo que no me supusieron ninguna amenaza. Al principio tuve el impulso de acabar con ellos, pero lo pensé mejor, y, ya que estaban atrapados, los observaría, para ver tanto su comportamiento como el tiempo que podían durar “vivos”.

 

Los visitaba casi a diario al principio, cuando estaban más activos y al notar mi presencia parecían entrar en frenesí, arañando las paredes, la puerta y el cristal blindado por el que les observaba. La verdad, no se que hacían en ese sitio, porque no estaban dentro de una tienda. Era una habitación grande, con un cristal blindado con una malla metálica por la parte de los muertos y una puerta de metal cerrada a cal y canto. Se englobaba dentro de un laboratorio, donde parecía que experimentaban con algo más que animales. El laboratorio antes debía tener fuertes medidas de seguridad, pero ahora, sin energía, era fácil entrar casi en cualquier sitio.

 

Volví a ser consciente de mi entorno al cabo de unos tres o cuatro kilómetros. Estaba por la zona del avión y, como siempre, todos mis sentidos se pusieron alerta.

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