Blogia
Güebona bitácora más que peich...

Invierno en el jardín de La Parca -- Capítulo 23

La sensación que se palpaba en el aire era una mezcla entre alegría y tristeza. Alegría porque habíamos sobrevivido casi todos; tristeza por no haberlo conseguido todos. Estaba ayudando en las tareas de reparar la empalizada y, al mismo tiempo, vigilaba para que nadie nos atacase por sorpresa. Desde luego, después de la huída de los Salvajes no creía que volviesen en mucho tiempo. Me acordaba como había venido nuestro salvador y, sobretodo, de como se había ido, malherido. A pesar del halo sobrenatural del que se rodeaba, seguramente ya habría caído. Entonces tomé una decisión, me levanté y salí del campamento en pos de aquel héroe, con paso vacilante al principio pero firme conforme me alejaba.

 

No sabía hacia donde encaminarme, pero continúe mi camino hasta llegar a la parte más profunda del bosque. Antes de darme cuenta, estaba perdida en un lugar que se me antojaba lleno de Salvajes huidos. Desde luego, adentrarme sola allí no había sido mi mejor idea. Empecé a correr, no se durante cuanto tiempo, hasta que me tope con los restos del avión donde me estrellé.

 

Ahí estaba, con un aspecto de espeluznante irrealidad que hacía que todo mi vello ser erizase. No lo había visto desde que nos estrellamos. Un torrente de recuerdos invadió mi mente, recuerdos horribles de muerte y llamas. Tan ensimismada estaba que no me di cuenta de que me observaban....

0 comentarios