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Güebona bitácora más que peich...

Un Día Cualquiera -- Capítulo 10

¿Qué había pasado de verdad? Era una visión apocalíptica. La avenida estaba quebrada, con una enorme grieta, recorriéndola como un río por su cauce. A los lados habían coches, tumbados, torcidos o incluso incrustados contra los edificios, con señales de haber ardido. De hecho, había señales de fuego en muchos lados. Pero lo peor no fue eso.

Lo peor fue cuando levanté la vista. Los edificios de la avenida, que habían sido los más famosos y altos de la ciudad, ahora estaban en ruinas, como quemados, dejando sólo la estructura. Esos los que quedaban en pie. Algunos se habían derrumbado, colapsados cuando la estructura dañada no había podido soportar su propio peso.

Estaba en el suelo. No me había dado cuenta, pero mis rodillas me habían fallado y estaba en el suelo. Tarde un tiempo que se me hizo eterno en levantarme. ¿La impresión había hecho que me cayese? Noté algo caliente deslizándose por mis piernas. Me toqué. Sangre. ¿Mi sangre? Darme la vuelta. No había nadie. Arrastrarme detrás de un coche. No oía nada. No bajar la guardia.

¿Quien me había atacado? ¿Qué me había atacado? No bajar la guardia. Examinar la herida. Los dos gemelos desgarrados, aunque la herida no era profunda. No bajar la guardia. Herir lo suficiente para hacerme caer. ¿Un ..juego? ¿La sombra que había visto cerca de la casa de mi novia?. No bajar la guardia. Perdía sangre. ¡Me cago en la puta!¡Cabrón!. Sacar vendas. Parar la hemorragia. No bajar la guardia. Un movimiento...no, el viento. Primera herida vendada. Otro ruido. ¿Alguien corriendo?. No bajar la guardia. Segunda herida vendada. No puedo levantarme. Lo vuelvo a intentar. No oigo nada. Desenvaino el machete. Huelo a podrido. No bajar la guardia. Unos pies arrastrándose. Lento, demasiado lento. No me ha atacado un zombi. Pero se acerca. ¿Huelen la sangre? No lo había visto antes. He bajado la guardia. ¡Mierda! Necesito levantarme. Animo. El dolor significa que estás vivo. Venga, capullo, levántate. No volveré a bajar la guardia. Si vivo. Lo tengo encima. Creía que estaba más lejos. Estoy de pie. No puedo correr. Me enfrento al podrido. Está más descompuesto que los anteriores. Golpeo. Pierdo el equilibrio y el machete. Estoy otra vez en el suelo. Una mano podrida me aferra. Es fuerte. Acerca su boca a mi cuello. Mi mano izquierda tantea el suelo.

¡El machete! Lanzo un machetazo. Corto un cacho de carne. No es suficiente. Me muerde. Duele. Duele demasiado. Vuelvo a golpear. Me suelta. Me mira con sus ojos muertos y el machete clavado en la cabeza. Cae. Recojo el machete y el resto de mis cosas. Me levantó y me voy. Intento correr pero no puedo. Camino durante un tiempo. Pierdo sangre. Duele. Caigo. Voy a morir.

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