Blogia
Güebona bitácora más que peich...

El Cinéfilo

Preestreno de 300

Preestreno de 300 Después de una larga espera, ayer por fin preestrenaron 300, la última adaptación de una novela gráfica de Frank Miller dirigida por Zack Snyder, el interesante director del remake del Amanecer de los Muertos. No voy a hablar de porque la gente corre como gilipollas para coger un sitio entrando primeros en una sala de 600 personas o como llevan a niños a películas que claramente no son para ellos, pero bueno, cada cual hace lo que quiere. Así que al turrón.

 

El argumento (para el que no lo sepa aun) es el relato de la batalla de las Termópilas visto a través de los actos y la vida del rey de Esparta, Leónidas, hasta su caída en esa batalla ante Jerjes y su numeroso ejército, consiguiendo con su sacrificio desmoralizar al ejército persa, que acabó perdiendo en la batalla de Salamina. Todo esto está narrado en el cómic y en la película bajo el peculiar punto de vista del autor, así que tampoco se espere nadie rigor histórico.

 

La película empieza con unos créditos sencillos pero buenos, para seguir introduciéndonos la filosofía de los espartanos a través del relato de Dilios(David Wenham), que nos presenta la historia de Leónidas(Gerard Butler) y los 300 espartanos, empezando con un Leónidas niño que se debe enfrentar a diversos peligros para endurecerse y convertirse en el rey. Tras esto nos encontramos con un Leónidas adulto que reina de forma espartana (lógicamente) pero sabiamente, junto a su reina, Gorgo(Lena Headey), recibiendo al emisario de Jerjes(Rodrigo Santoro), pidiéndole la rendición de Esparta. No voy a desvelar más de la película, sólo decir que el rey dice que naranjas de la china a lo de rendirse y que, a pesar de la oposición del consejo espartano, se lleva a 300 de sus mejores hombres, con Theron(Dominic West) como capitán, para luchar en las Termópilas por la libertad de Esparta y Grecia.

 

Sin duda lo mejor de la película es, por encima de la propia historia o de los actores (que cumplen), el estilo visual. Hecha a base de croma (el famoso fondo azul), ha sido tratada digitalmente para ser oscura y de colores cobrizos, como la obra original de Frank Miller. Las escenas parecen estar extraídas directamente del cómic y las coreografías de batallas son simplemente de lo mejor que he visto nunca, con planos que son un travelling a cámara lenta donde vemos, sin cortes ni contra cámaras, a los espartanos luchando y avanzando durante más de cuatro minutos. Sencillamente impresionante, más teniendo en cuenta el tipo de cine que se hace últimamente. ¿Y lo peor? Mmm… probablemente el doblaje, pero la verdad, me lo esperaba bastante peor.

 

En resumen, una gran película, no al nivel de Sin City, pero se deja ver, entretenida y visualmente impactante. No apta para gente que espere rigor histórico o para gente que no la cascaría y la sangre. Porque de eso último hay mucho.

Preestreno de Apocalypto

Preestreno de Apocalypto

Ayer por la noche fui al preestreno de una película que tenía muchas ganas de ver, Apocalypto, del polémico Mel Gibson, cuyas últimas declaraciones sobre los judíos hacen adivinar la catadura de Mad Mel. La película, en mi desconocimiento, suponía que iba a ir más de la cultura maya, de sus guerras entre las ciudades estado y de cómo desaparecieron (más bien, se disgregaron) mucho antes de que los conquistadores llegasen a América.

 

La verdad es que la película no pasa de ser una película de acción al uso, con un protagonista, Garra de Jaguar que es el “elegido”, el héroe de la historia que es sacado a la fuerza de su pueblo de la jungla para ser llevado a la que yo modestamente creo, y por eso de no salirnos demasiado de los hechos históricos, ciudad de Tayasal. Allí, y después de haberse salvado por pura casualidad, el protagonista consigue huir, matando al hijo del jefe malo, el cual jura venganza y demás, empezando una persecución que va a durar lo que queda de película.

 

A pesar de lo sencillo del argumento y de la decepción inicial, la película cumple su cometido a la perfección, es decir, entretener, ya que intercala momentos francamente graciosos con secuencias de acción trepidantes, y si bien es previsible, el director-guionista se saca de la manga una sorpresa final. La dirección de los actores es correcta y estos están muy creíbles en sus papeles, sin duda gracias a una fantástica ambientación y caracterización. El desconocido actor Rudy Youngblood crea un Garra de Jaguar en todo momento creíble. ¿Ha nacido una nueva estrella? En cuanto al resto del casi desconocido casting, cumplen con nota, pero para algunos sea su primera y última película.

 

¿Defectos? A parte de lo comentado al principio, el abuso de la sangre del señor Gibson empieza a ser preocupante. De acuerdo que, por ejemplo, todo el momento de los sacrificios está bien traído que salgan escenas tan explícitas, pero hay momentos que me pareció un poco gratuito, de hecho hubo una escena que el cine se rió por lo exagerado de la sangre. Y cuando, en una escena supuestamente dramática y seria pasa eso es malo para el resto de la película. Suerte que la escena en cuestión se encuentra al final y no al principio, sino hubiese sido un Braindead o algo similar.

 

Resumiendo, y ya para finalizar, la película no es para tirar cohetes pero si se deja ver si no se pone un listón demasiado alto, y desde luego es un producto superior a la media del cine que se hace actualmente, aunque sólo sea por lo arriesgado del proyecto. Así que no me seáis remolones e id al cine, que al menos está merece pagar por verla. Eso si, absténganse estómagos blandos y gente a la que no le guste leer subtítulos (aunque tampoco hay que leer tanto). Avisados estáis.

Alatriste

Alatriste

Vamos a inaugurar la sección de cine con la crítica de una película, la cacareada película más cara de nuestro cine patrio, Alatriste.

 

Las novelas de Alatriste narran la vida de Diego Alatriste y Tenorio, un mercenario y espadachín a sueldo, a través de la narración de su ahijado, Iñigo de Balboa, hijo de Lope de Balboa, un soldado que luchó junto a Alatriste en Flandes. A lo largo de las cinco novelas salen diversos personajes del Madrid del XVII, el famoso Siglo de Oro. Y precisamente ese es el primer problema de la película.

 

Resumir 5 libros en las dos horas y casi media que dura la película es una tarea imposible, ya que perfectamente se podría haber hecho una película cada uno o dos libros. Al haberlo realizado como se ha realizado hace que el espectador que no se ha leído los libros se quede en ocasiones en blanco con los saltos bruscos entre las escenas. Pasan años en un minuto y detalles realmente jugosos o explicativos de la historia quedan desdibujados con los cortes y la condensación de la película. Pero no caigamos en el error de creer que con esos cortes la película es rápida. La acción es lenta, pesada y hace que cuando falta media hora para acabar la película estés deseando salir del cine. Hay algunas escenas que francamente sobran (Iñigo yaciendo con Angélica, por poner un ejemplo) y otras que se echan en falta (¿Ver luchar a Quevedo, uno de los mejores espadachines de la época?).

 

Los mayores aciertos de la película sin duda es la fotografía, que en algunos casos recordaban, por disposición y luz, a los cuadros de Velázquez, y también conseguir transmitir el espíritu del Siglo de Oro como pocas películas han conseguido hasta la fecha, con guerras realistas y sin las luchas de espadas o el glamour propio de producciones como Los Tres Mosqueteros. Y sobre el elenco de actores… buff… mejor los desgrano, no vayan a pagar justos por pecadores:

 

- Viggo Mortensen - Alatriste: Sin ser su mejor papel (ni de sus mejores), cumple a la perfección con el personaje, aunque a veces se nota el esfuerzo vocal que realizó para que no se notase su acento. Su nivel está muy por encima de la mayoría de los actores, y hay momentos que parece que va sobrado para el papel.

 

- Unax Ugalde - Iñigo Balboa: Hace una actuación acostumbrada a lo que es él(o sea, mala), especialmente sobreactuada al lado de Viggo (¿miedo escénico?).

 

- Ariadna Gil - María de Castro: Musa de muchos (según dicen), esta tía se sacó el carné de actriz en la tómbola o algo así. SIEMPRE sobreactúa, aunque tiene la suerte de estar en algunas de las mejores películas del cine español de los últimos tiempos. En el único momento que parece emocionada es cuando se morrea con Viggo. Impagable el momento más sobreactuado de toda la película, cuando está representando una obra de teatro.

 

- Elena Anaya - Angélica de Alquézar: Otra que no lo hace demasiado bien, su único merito es salir en tetas (como en todas sus películas). Al menos podría parecerse físicamente en algo al personaje del libro. ¿No se supone que era rubia con ojos azules? Enfins…

 

- Eduardo Noriega - Conde de Guadalmedina: Lo de este chaval no tiene nombre. ¿Cómo es posible que un actor que apuntaba a tanto cada vez actúe peor? En la película lo único que hace es chillar y escupir todas las palabras que dice. En ningún momento da la sensación de un noble altivo, sino de chulo de barrio.

 

- Javier Cámara - Conde Duque de Olivares: Una de las mejores interpretaciones de la película, te llegas a creer que es el conde-duque, sobretodo cuando has leído algo sobre su persona. La única pega es el pelucón que lleva, que en ocasiones parece resbalársele.

 

- Juan Echanove - Francisco de Quevedo: Probablemente la mejor interpretación de la película o, quizás, la mejor caracterización. Echanove nunca ha sido santo de mi devoción, pero en esta película demuestra que tiene oficio.

 

Me quedan unos cuantos actores en el tintero (Blanca Portillo, Enrico Lo Verso, Pilar de Ayala…), pero sus papeles son tan cortos o tan poco relevantes en la película (que no en los libros) que tampoco les da tiempo a brillar, aunque están al nivel del resto (de pena).

 

Concluyendo, una película que podría pasar sin pena ni gloria por lo cines, pero que cuenta con el atractivo de un personaje conocido, un actor popular e internacional y una gran campaña publicitaria (“la película más cara del cine español”, “la película que supondrá un antes y un después en el cine español”), un bluff que recaudará muchos millones de los incautos (como yo) que se acerquen a verla. Sólo espero que Alatriste sea un experimento que, si bien fallido, sirva para que realmente cambien las cosas en el cine español y se hagan más producciones fuera de la “típica película española”.